Los bonos de cupón cero son bonos que no pagan intereses durante la vida de los bonos. En vez, los inversionistas compran bonos de cupón cero con un gran descuento de su valor nominal, que es la cantidad que recibirá el inversionista cuando el bono “venza" o se vuelva pagadera.

Las fechas de vencimiento de los bonos de cupón cero suelen ser a largo plazo – muchos no vencen por diez, quince o más años. Estas fechas de vencimiento a largo plazo permiten al inversionista planificar una meta a largo plazo, tal como pagar la educación universitaria de un niño. Con el gran descuento, un inversionista puede aportar una pequeña cantidad de dinero que puede crecer durante muchos años.

Los inversionistas pueden comprar diferentes tipos de bonos de cupón cero en mercados secundarios que hayan sido emitidos por una variedad de fuentes, incluido el Tesoro de los EE.UU., corporaciones y entidades gubernamentales estatales y locales.

Dado que los bonos de cupón cero no pagan intereses hasta su vencimiento, sus precios fluctúan más que otros tipos de bonos en el mercado secundario. Además, aunque no se realizan pagos sobre los bonos de cupón cero hasta que vencen, es posible que los inversionistas aún tengan que pagar impuestos federales, estatales y locales sobre el interés imputado o "fantasma" que se acumula cada año. Algunos inversionistas evitan pagar impuestos sobre el interés imputado comprando bonos municipales de cupón cero (si viven en el estado donde se emitió el bono) o comprando los pocos bonos corporativos de cupón cero exentos de impuestos.